La vida del traductor no está sólo estrechamente ligada a las palabras sino también a los números. Y es que, amigos, en cualquier negocio hay que sacar cuentas. Hay empresas que nos mandan el número de palabras del proyecto y únicamente debemos multiplicarlo por la irrisoria tasa que cobramos. Otras veces nos envían un texto escaneado en PDF o una imagen y debemos ejecutar la táctica del “ojo de buen cubero”. Aunque en general se cobra en texto origen hay otras veces en las que se cobra en texto meta...
Para una gran cantidad de documentos (HTML, PDF, Word, RTF...), podemos utilizar el Translator's Abacus, pero cuando se trata de una imagen, ¿cómo contabilizáis el número de palabras en texto origen aplicando el “ojo de buen cubero”?